El éxito de los futbolistas puede depender de varios factores: características antropométricas, fisiológicas y psicológicas, habilidades técnicas, motoras y cognitivas, cualidad y cantidad de entrenamiento, lesiones, apoyo de la familia y también la fecha de nacimiento es considerada un factor de selección de talentos deportivos en las diversas modalidades deportivas (Williams & Reilly, 2000).

Existe una relación muy significativa entre la fecha de nacimiento y el éxito deportivo observado desde hace un tiempo (Dudink, 1994) y determinada por la iniciación de la temporada deportiva, por el período escolar, por la cultura deportiva del país, etc. Por esa razón, la fecha de nacimiento ha sido considerada como uno de los diversos factores en la selección de los talentos deportivos para diversos deportes (Dudink A 2002; Baxter-Jones & Helms, 1994)

Un aspecto interesante, relacionado con la fecha de nacimiento y el rendimiento deportivo, es el efecto de la edad relativa (RAE, relative age effect). El RAE determina la diferencia de edad entre individuos de un mismo grupo de edad.

Con este trabajo de investigación, es posible concluir que el fútbol es cada vez más un deporte que se puede resolver en detalles, de tal forma que la selección de los jugadores por parte de sus equipos y sus selecciones nacionales se hace de forma minuciosa. Más allá de valorar todas las capacidades y características individuales como la capacidad técnica, táctica, física, psicológica y social, también se valora la edad relativa de los jóvenes, pretendiendo con eso que el nivel de maduración pueda traer beneficios al rendimiento del equipo y consecuentemente mejora de los resultados futbolísticos.

A pesar, de que es posible establecer una analogía entre el éxito de las ligas nacionales y selecciones nacionales y la edad relativa de los jugadores, parece claro que lo más importante y lo que está por encima de todo es la calidad individual y colectiva. Sin embargo, también es cierto que el efecto de la edad relativa ocupa una cuota importante en el éxito de los equipos y/o selecciones nacionales.

Bibliografía

¿Qué conocemos por inteligencia emocional?

La inteligencia emocional se cataloga como el conocer y reconocer que emociones tengo durante mi vida/partido y saber que acciones desarrollan cada una de ellas, y si dichas acciones nos ayudan o no a conseguir nuestros objetivos.

Las distintas emociones se pueden catalogar en seis, base lo que un jugador de fútbol puede sentir:

1. Miedo : Dicha emoción nos informa para tomar decisiones importantes, puede paralizarnos y tener indecisiones en nuestro juego, pánico. Si aparece el miedo, el jugador necesitará reflexionar y ser valiente. Si llegas a sentir miedo escénico, toma una buena actitud y saldrás reforzado.
2. Tristeza : Nos informa de un proceso de un resultado no esperado, manifestándose mediante la apatía o la depresión. Si aparece, debemos reconocer el proceso de cambio, esto provocará un aumento de la fuerza. Si esto no es así, el jugador tendrá una bajada de rendimiento. La tristeza y el miedo son potenciadores de una gran seguridad interna.
3. Enfado : Nos da muy buena información para marcar nuestros límites y poder superarlos. Los entrenadores recurren a esta emoción a menudo para motivar a su equipo. Fortalece y potencia el coraje del futbolista.
4. Asco :  Nos informa para que el jugador sepa disociarse de las conductas que limitan y utilizan otros futbolistas, y seguir asociado a sus compañeros. La emoción de enfado y asco nos da gran información sobre la serenidad que todo futbolista debe tener tanto fuera como dentro del terreno de juego.
5. Sorpresa : No deja de ser una aventura de sucesos inesperados que aparecen en cada partido. Si el jugador es capaz de controlar esta emoción, fortalecerá la capacidad de riesgo. Si los futbolistas no saben interpretar la emoción de sorpresa, pueden llegar a bloquearse, tanto mental como físicamente.
6. Alegría : Es la emoción que puede llegar a marcar el resultado del jugador, llegar a conseguir el objetivo marcado. La sorpresa y la alegría ayudan a la superación. Para dar paso a estas emociones, es necesario dejar salir de la mente aquello que le sienta mal, pensamientos negativos.

Lo más importante es que el futbolista tenga autoconocimiento y una automotivación adecuada, sin olvidar la gestión de las emociones en su vida personal y profesional.

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Bibliografía: Javi Blanco